El miedo es un sentimiento instintivo

El miedo es un sentimiento instintivo

Nuestra voluntad no domina, por desgracia a nuestras sensaciones. Este es el hecho más importante de la naturaleza humana. El miedo es un sentimiento instintivo y a semejanza de otros instintos. Pues, requiere ciertas circunstancias especiales para manifestarse. De nada servirá por tanto que deseemos o no estar bastante alegres, o asustados. No podemos disponer de nuestros sentimientos.

Pero una cosa es experimentar una sensación y otra dar muestra de ella. Y otra obrar obedeciendo ciegamente a sus impulsos. Nuestra inteligencia sabe perfectamente lo que la voluntad puede hacer y lo que no puede hacer. Esta no puede evitar que experimentemos ciertas sensaciones. Ni puede hacernos sentir otras por mucho que lo deseemos.

Pero puede evitar toda manifestación exterior de dichas sensaciones. Hasta el extremo de que un hombre es capaz de aparecer tranquilo y expresarse con voz firme (Aunque sienta mucho miedo). Y lo que es mejor todavía, nuestra voluntad puede evitar que obremos siguiendo los impulsos de nuestras sensaciones. De suerte que, si bien no podemos evitar el sentir miedo. Podemos abstenernos de huir.

El valor ante el miedo

Vemos por consiguiente que hay 2 clases de valor. La del hombre que no siente miedo y no huye por esta causa. Y la del que experimenta gran terror y a pesar de ello permanece en su puesto. Y tal vez tenga merito la conducta del que no huye por conciencia del deber. Que la del que permanece tranquilo por no experimentar lo que es el miedo.

El miedo a la oscuridad ¿Es muestra de cobardía?

Muchas veces regañamos a los niños por que sienten miedo cuando los dejamos solos en una habitación oscura. Pero nos inclinamos a creer que merecen más bien comprensión. La fuerza de nuestros instintos varia con las personas. Lo mismo que el grado de intensidad con que las cosas nos afectan.

El miedo a la oscuridad es indudablemente una cosa natural o normal en los niños pequeños. Y no debe ser considerado como signo de cobardía. Pues no tiene con esta vergonzosa cualidad ningún punto de contacto.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*