Consecuencias por tomar licor durante un tratamiento con antibióticos

Una de las creencias y miedos más comunes que tienen muchas personas, e incluso muchos médicos, es que, si tomamos alguna bebida alicorada durante un tratamiento de antibióticos, podría ocasionar severas concesivas en nuestro organismo. Sin embargo, hoy en día gracias a la tecnología, y por supuesto, al internet, hemos podido saber si en realidad podemos acarrear consecuencias por tomar licor durante un tratamiento con antibióticos, y para sorpresa de muchos, esta creencia es totalmente falsa.

Esta creencia se comenzó a virilizar durante la segunda guerra mundial por un grupo de enfermeras y médicos, quienes vieron la alta efectividad de la penicilina si se llevaba a cabo un tratamiento al pie de la letra. De manera que comenzaron a recetarla baja una norma bastante estricta de no tomar licor hasta no terminar su tratamiento, y esto no fue porque el licor cortara el efecto del antibiótico, sino porque si la gente tomaba bebidas alcohólicas, por lo general olvidaban su tratamiento tanto en la noche como en la mañana por la resaca. Además de ello, las personas evitaban tener sexo y trasnocharse, de manera que el antibiótico podía actuar mejor.

Lo que realmente puede pasar

Efectivamente no es buena idea mezclar antibióticos con licor, y esto se debe a que como ambos van al hígado, genera una ralentización en el funcionamiento del antibiótico, sin embargo, no deja de funcionar como muchas personas lo creen. Por lo que si la infección que tenemos es muy severa lo ideal sería no tomar licor para sanarnos más rápido. Ahora bien, existen más o menos 100 tipos de antibióticos que comúnmente son recetados por los médicos, de los cuales, solamente 5 pudieran llegar a tener graves consecuencias al ser mezclados con licor. De manera que, si nuestra adicción al alcohol es demasiado grande, es importante que nos informemos si el antibiótico que nos recetaron es alguno de estos 5.